Ediles a Nuevos Cargos de Elección Popular

En los territorios colombianos, los ediles de los distritos suelen registrar escasos avances hacia nuevos cargos públicos de elección popular.

 

 

Esta limitación no responde únicamente al contexto institucional, sino a la ausencia de una estrategia política efectiva y de campañas políticas sustantivas que impulse su visibilidad y traslado hacia cargos de mayor relevancia.

La naturaleza limitada del cargo de edil.

 

 

La legislación colombiana otorga a los ediles —representantes de las Juntas Administradoras Locales (JAL)— funciones de control político y gestión local estrechamente ligadas a sus comunidades inmediatas. Aunque esto los ubica como figuras importantes de la participación ciudadana, su impacto se circunscribe a la gestión de la localidad, dificultando el reconocimiento en escenarios políticos más amplios.

 

 

Además, la ciudadanía muchas veces desconoce sus funciones y, en no pocas ocasiones, los propios ediles muestran carencias en preparación para ejercer roles de liderazgo transformador, lo que erosiona su perfil de liderazgo público y limita su capacidad de convertirse en referentes de proyección regional o nacional.

 

 

Falta de una estrategia de carrera política

El débil desarrollo de estrategias políticas integrales, incide directamente en el bajo avance de los ediles hacia cargos superiores. A diferencia de otros actores políticos, los ediles rara vez articulan planes de carrera que contemplen alianzas estratégicas, construcción de capital político, formación en liderazgo e identificación de oportunidades de escalabilidad institucional.

 

 

El resultado es una atomización de esfuerzos y ausencia de trayectorias ascendentes.

Asimismo, en las regiones, prevalece una cultura política dominada por élites y redes clientelares, lo que obstaculiza el acceso de nuevos liderazgos sin la “bendición” de los actores tradicionales. Los ediles quedan relegados a papeles secundarios por falta de recursos, conexiones y estrategias claras para romper estos círculos.

 

 

Campañas ineficaces: carencias y retos

Las campañas de los ediles suelen carecer de una narrativa fuerte, así como de una movilización sostenida y de recursos que permitan trascender lo barrial e impactar en la agenda pública distrital, departamental o incluso nacional. La promoción política se reduce, en la mayoría de casos, a la identificación con pequeñas causas o a la simple administración de favores inmediatos, sin lograr construir una imagen de liderazgo integral orientado al interés general.

 

 

El uso limitado de herramientas modernas de comunicación política, marketing electoral y alianzas multisectoriales deja a los ediles fuera del radar de los partidos y de la opinión pública, quienes no los visualizan como potenciales candidatos a concejos, alcaldías ni a otras instancias de representación. El escaso financiamiento y la falta de transparencia en la financiación de campañas agravan esta situación.

 

 

Alternativas y recomendaciones

Para transformar este escenario es crucial:
– Fortalecer la formación política y técnica de los ediles, más allá de la gestión barrial.

– Promover estrategias de carrera política que incluyan mentoría, alianzas interinstitucionales y planes de comunicación estratégica.

 

– Exigir transparencia y apoyo robusto a la financiación de campañas a nivel local, aplicando criterios de equidad y rendición de cuentas.

 

 

– Incentivar la democratización de los partidos políticos en el Caribe para abrir espacios de promoción, evitando el enquistamiento de élites.

 

 

 Fomentar la creación de redes de liderazgo local, capaces de incidir en la agenda política regional y construir trayectorias políticas ascendentes.

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